Hoy traigo una imagen relacionada con un pilar base de la psicología evolutiva y una gran metáfora de la mano de nuestra compañera y amiga Alma Serra. El apego.
No voy a detallar todo lo que implica, porque hay mucho escrito sobre ello y pretendo hacer un esfuerzo por sintetizar, intentando atrapar su esencia en una imagen.
Podríamos resumir que el apego o la forma de relacionarnos con nuestro círculo más cercano va a condicionar todas las relaciones que tenemos, nuestra forma de ser y de ver el mundo. Dependerá de cómo sea, para que nos sintamos de un modo u otro e
n la construcción de nuestra personalidad.
El apego no se puede elegir, quien nos cuido y fue nuestro referente de pequeños, nos aportó lo que tenía. Nos contuvo en un recipiente, pero no todas las vasijas se conservan igual ni son de la misma calidad, algunas nos encierran, otras están destrozadas, otras sin estrenar y algunas con pequeñas fisuras que casi no podemos apreciar.
Lo que debemos tener claro es que sus grietas se pueden reparar y conseguir un lugar donde vivir seguros. Técnicas como el kintsugi reparan las grietas de los objetos con una resina dorada y manifiestan la belleza del paso del tiempo y sus cicatrices. Puede que no tengamos un producto tan bonito para reparar nuestras fisuras, pero podemos intentarlo con otros medios, aprender a querer nuestras vasijas con sus defectos o pedir ayuda a un experto.
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