miércoles, 26 de junio de 2013

¿PEDAQUÉ?

Escribí esta entrada hace tiempo y no pensaba abrir el blog hasta dentro de unas semanas, pero como hoy es el día del pedagogo/a o al menos eso he visto en la red, la comparto. Espero que os guste :)

Nos detenemos un ratito para hablar de algo que me gustaría explicar un poco. Nos vamos a poner más técnicos, pero intentaré no pasarme :)

¿Qué es un pedagogo/a?

Las ciencias sociales tienen un lastre muy grande "son recientes", han sido muy mal miradas y no tienen instrumentos tan fiables como las ciencias exactas, pero, poco a poco se va demostrando su importancia en la combinación con todas las demás, porque si quitamos trozos a un objeto queda incompleto y eso es lo que aportan estas ciencias, globalidad, sentido y significado.

Aún así, sigue habiendo mucho desconocimiento de estas ciencias y más aún de algunas profesiones como la de los pedagogos/as. En la propia carrera se estudia esta situación de desconocimiento, de dificultad de consensos, del poco interés que suscita algo que se desconoce...

Yo no voy a contaros tratados sobre la pedagogía, sólo quería acercaros la amplitud que tiene esta profesión, todos los ámbitos que abarca y permitir que entendáis que muchos pedagogos/as están especializados, al igual que un doctor lo puede estar en cardiología u oftalmología.

Habitualmente, si digo que soy maestra nadie duda ni por un segundo, pero si explico que soy pedagoga, empieza la confusión. Creen que me dedico a niños/as con necesidades educativas especiales o a la psicología, a la filosofía y otras tantas cosas...

Esto no es preocupante. El desconocimiento o que no compartan los mismos principios que uno tiene, no es una barbaridad, ni un motivo de echarse las manos a la cabeza. Esta profesión te enseña que no lo puedes conocer todo, ni estar siempre de acuerdo. Gracias a ello surgen los conflictos y el aprendizaje, que son los motores de nuestra profesión.

Por eso, me gusta compartir y no para meter conocimientos en la cabeza de nadie, sino ofrecer un abanico nuevo de opciones para los demás y para mi.

Ese es el truco, COMPARTIR ( ya sabéis que esta palabra me encanta :). Entre todos valoraremos las mejores opciones, las que funcionan y las que no lo hacen.

A mi me gusta llamar a los pedagogos, los reflexivos, porque las funciones principales del pedagogo/a son observar dificultades, contradicciones, carencias, necesidades y poner medios para intervenir hacia la mejora.

Pero la intervención es muy amplia, puede intevenir en familias, en empresas, en centros educativos, en casos particulares, en dificultades de aprendizaje,...

Para ello tenemos que saber detectar, diagnosticar, no ser alarmistas, derivar a otros especialistas, tratar con las personas, ser expertos en el diálogo, en el manejo de emociones, en la resolución de conflictos, en creatividad para las propuestas innovadoras y en la coordinación de grupos.

Tenemos que saber adaptarnos a cada situación y a cada persona, ser empáticos (ponernos en lugar de otro) y asertivos (no perder nuestro propio lugar).

El pedagogo es un profesional de la educación en todos sus ámbitos (formación de empresas, de profesorado, centros educativos, evaluación de sistemas...)

EL PROBLEMA:  En las ciencias sociales, en la educación, todos sabemos actuar, evaluar, tener criterios y pensamientos propios de forma innata. Eso hace que los medios que manejan los especialistas sean adsequibles y que todos puedan reflexionar, decidir, planificar, opinar...
Por ello, muchas personas desconfían y no valoran esta profesión pensando que nadie les tiene que decir cómo comportarse, qué hacen bien, qué puntos podrían mejorar...

Pero el verdadero problema no es ese, sino confundir la intención. El pedagogo no nos viene a decir qué hacemos bien o mal, ni decide por nosotros. Estos especialistas vienen a ayudarnos, orientarnos, para que entre todos mejoremos, busquemos soluciones y crezcamos (incluido ellos).

El ser humano no está preparado en ocasiones para tambalear sus sistema de ideales que le aportan seguridad, para el cambio continuo ni para el manejo de emociones propias y ajenas.

Volviendo a la analogía con un doctor. Todos sabemos ponernos tiritas si nos cortamos, pero si tenemos un problema mayor acudimos a un especialista que nos orientará tras un estudio en posibles tratamientos y a veces tarda en encontrar la solución. Y el tratamiento nos lo suministraremos nosotros mismos u otros especialistas (según la gravedad) y siempre que queramos (normalmente solemos acceder porque confiamos en la medicina).

Pues al igual podremos escuchar a un pedagogo y poner en marchar algunas pautas u orientaciones, pero siempre bajo nuestro criterio propio, creyendo realmente en sus orientaciones y buscándolas. Porque si no respetamos algo y creemos que nos servirá, no lo hará y pensaremos que no sirve de nada.

Este último, es un principio muy importante en la pedagogía, el interés, la búsqueda y la demanda. Si alguien no quiere aprender no lo hará.

Debemos entender bien la figura de este profesional, porque ya estamos lejos de aquel docente que transmitía y volcaba conocimiento, que nos dirigía por un camino único. Hemos llegado a la era de la incertidumbre, del cambio y de la constante transformación, por lo que debemos entender que estas personas no vienen a darnos soluciones mágicas ni a castigar nuestros comportamientos, sino a entender cada situación y a tendernos su mano para que entre todos podamos vivir mejor y encontremos millones de caminos.

Aunque los pedagogos/as están adquiriendo cada vez más importancia, aún queda mucho por
recorrer, al igual que en todo lo que rodea a la educación (docentes, sistemas educativos, familias, alumnado, contenidos...).

Esperemos que pronto no haya que explicar esta profesión y a la respuesta de yo soy pedagogo/a no nos pregunten ¿pedaqué? :)






OS DEJO UN PAR DE VIDEOS BREVES Y QUE RESUMEN LO ESCRITO