A veces nos encontramos con personas que nos tienden su mano, nos sonríen y nos hacen cumplidos. Pero, cuando desaparecemos no dicen lo mismo.
Muchas veces nos enteramos por otras personas de todo eso.
Hay miles de razones que pueden ser la causa de que intenten dañarte o piensen muy distinto a ti, ninguna es justificada para intentar hacerte daño.
No olvides nunca que son sus realidades y sus causas.
Si descubres alguna persona así, no sufras. Intenta hablar si para ti es importante, pero si ya lo hiciste o no tienes mucho trato con esas personas, deja que sigan tirando dardos y regala tu sonrisa a quien sí la valora.