Gracias por pensar que todos somos iguales y ningún inocente merece tener dolor gratuito.
Os dejo mi aportación en el blog de Maestros con los niños de Siria, en la línea de creandyy: Una frase simple, con la inocencia de lo infantil, pero que nos debe hacer reflexionar sobre la vida.
Es fácil llenarnos la boca de la palabra solidaridad, pero que poco la practicamos verdaderamente.
ResponderEliminarUn saludo!