Llevarlo o no llevarlo...
Me estáis preguntando por privado, más de una y más de dos, ¿qué haría yo? ¿cómo lo veo?
Es imposible contestar esa pregunta porque estamos ante una realidad bastante incierta. Lo que sí sabemos es que vivir implica arriesgar, decidir, equivocarnos y que algunas decisiones tienen consecuencias que nadie querría.
Adivinos no somos ni familias ni profesores. Seguramente, las medidas son insuficientes y no son las ideales, como las de muchos trabajadores, pero tampoco vale todo. Tenemos que seguir pensando en soluciones. No va a ser fácil, nadie tiene recetas mágicas, somos humanos no invencibles ni supernada. Es normal que tengáis dudas, miedos y muchas cosas más.
Lamento no ser Aramis Fuster y tener respuestas para dar, solo os diré que algunas personas no pueden ni plantearse la duda, que vivir hay que vivir y que seguiremos pensando entre todos para salir de este horror pronto.
Ánimo, sé que estamos cansados de este tema.
